La apertura del MICA se realizó a sala llena en “La Ballena”, como se conoce popularmente el auditorio nacional del Centro Cultural Kirchner, el mayor centro cultural de Latinoamérica y el tercero más grande del mundo, según lo anunciaban los funcionarios durante el acto. En el enorme recinto y como un gesto federal, se realizó un desfile de ponchos en tono sofisticado e impecable, mostrando las prendas producidas por artesanos de todo el país; entre ellos tres tucumanas: Andrea Gatti, Jacinta Romano y Elba Sosa.
“Los ponchos tienen un valor simbólico cultural mucho más fuerte que cualquier otro producto -explica Andrea-. Es la prenda que cubrió siempre al americano en general, no solo al andino, sino a todo el continente”.
Su poncho color caramelo se lució en la pasarela trazada entre las escalinatas del auditorio: fue teñido con chala de cebolla y lucía una guarda blanca de cada lado.
Jacinta, por su parte, expresa el orgullo que le provocó la presentación de su producto en la inauguración: “me alegra el reconocimiento porque yo hago cada prenda como si fuera para mí. Aprendí viendo tejer a mi abuela Juana cuando yo era niña, por eso uno le pone tanto amor al trabajo que a veces el resultado se parece más a una obra de arte que a un producto; por eso agradezco quienes eligen lo artesanal sobre lo industrial”.
Las artesanas venden sus productos no solo a nivel nacional sino que exportan a países como Australia, España, Inglaterra, EEUU y Portugal. “Usamos técnicas muy primitivas, que eran las utilizadas por los habitantes de América antes de la llegada de los españoles; por eso es tan importante para nosotros sostener este oficio y rescatarlo, en ese sentido es muy importante encontrar respuestas en la comercialización y aprovechar espacios como el MICA para expandir mercados y adquirir herramientas”, sostiene Andrea